viernes, 13 de junio de 2025

La cueva del lirón dormilón

 Mortillano 07 de Junio de 2025.

La Sima de la Maza del Cuivo, es una de las 20 bocas del sistema del Mortillano y que los colegas de la SEII, exploraron y con mucho esfuerzo consiguieron unir al sistema.

Nosotros iniciamos una revisión en el año 2014, que tuvo sus frutos y nos aportan nuevas e interesantes galerías en forma de meandros, grandes salas, larguísimas escaladas por bonitas chimeneas naturales y un río sobre areniscas, que tenemos pendiente de exploración desde 2017.

La dureza de la punta, remontado el río con neoprenos o trajes secos, siempre ha sido una buena disculpa para dejarlo, para otro día, otro mes u otro año..

Foto Marta

Por fin este año nos hemos propuesto volver como MacArthur y completar la exploración río arriba que dejamos al pie de una pequeña cascada.

Pero primero se hace conveniente revisar el material instalado en la sima desde hace varios años y cambiar los anclajes o cuerdas que puedan estar deteriorados.

Con esta intención nos juntamos este sábado, cuatro personajes de la fauna local, Marta, Zape , Cristóbal y Ángel, con un pronóstico de lluvias ligeras, que esperamos no nos den problemas en el laminador del río.

A las 9:30  estamos en el club, donde cogemos unos 20 anclajes, el taladro y una cuerda de 20 m. Tomamos café en el Willy y subimos en la furgo de Zape.

En el cruce de San Pedro, a Zape le apetece subir por San Pedro y tomamos la tortuosa carretera. Una vez en el pueblo tomamos la pista pero nos equivocamos y seguimos por la que va a la Canal. Damos la vuelta y tomamos la de la izquierda que nos lleva al bosque bajo Mazo Grande, pero nos encontramos con una manada de vacas y tardamos un buen rato en poder pasar.

Llegamos a la pista de la Maza, en la que han hormigonado algunos tramos y rellenado otros, con lo que la furgo puede subir hasta los prados.

Foto Marta

Nos cambiamos y cruzamos el prado recién segado, nos hemos equipado con tijera de podar e incluso un machete, en previsión de la zona final de la boca, que seguramente este muy cerrado de monte. Dejamos el prado y tomamos los restos de una pista que bordea el regato. La seguimos y llegamos  bastante bien hasta la valla de alambre donde empieza el monte.

Después de la Valla sigue el bosquecillo de robles, que también está pisado por la vacas, por lo que está bastante limpio, hasta el bosquete de avellanos de la boca, que si está cerrado por árgomas, pero a la derecha se puede pasar por avellanos secos. Con el machete y la tijera  lo dejamos bien. El suelo de la boca esta cubierto de trébol o similar.

Saco el material de la saca de transporte y me doy cuenta de que he olvidado el mono interior, así que tengo que entrar con los pantalones de monte y la camiseta térmica.

Sobre las 12:15 entramos en la boca y empezamos a bajar cambiando anclajes y sobre todo colocando varios Abalakov para reforzar algún anclaje.

Esta parte de la sima después de la gatera de entrada, es básicamente un meandro alto y no muy estrecho, que se retuerce y por el que se avanza andando en casi todo el tramo, con algunas estrecheces incómodas, con pozos cortos intercalados y con un pequeño curso de agua.

Foto Marta

Justo después de pasar un paso estrecho, encontramos en un hueco, casi en el suelo, a un lirón enroscado y completamente dormido. Hablamos en susurros y le hacemos fotos, pero el tío ni se inmuta, por lo que seguimos nuestro descenso con la duda de si estará allí a la vuelta.
La instalación de la cueva no está tan mal como pensamos y solo se cambian unos 8 anclajes con las cuerdas bastante bien conservadas.

Foto Marta

La zona final se pone más vertical con pozos de unos 20 m., que nos dejan en un nivel de areniscas por la que llegan varios ríos, que se unen al que bajamos y forman uno más importante. El techo baja en algún punto y hay que arrastrarse casi a nivel del agua, tratando de no mojarse mucho y pensando que si hay crecida ese punto será difícil de superar.

Foto Marta

Dos grandes cascadas son evitadas con pasamanos y péndulos, que nos alejan del río, que sigue su curso hacia el fondo de la sima de Cellagua, en las zonas profundas del sistema del Mortillano.


Foto Marta

Ahora tras otro pozo, ascendemos por un meandro desfondado con el ruido de otro río unos 40 m. mas abajo. Este meandro fue nuestro descubrimiento en esta sima y nos abrió nuevos mundos. Varios pasamanos y resaltes son superados, hasta alcanzar una galería de bloques y tierra, que se va haciendo más amplia y que nos deja en una gran sala, a la que llega un río desde otro nivel de areniscas. Este río ha sido explorado remontado cientos de metros de galerías con cascadas que han sido escaladas hasta nuevos niveles de calizas, en los que está la punta desde 2017.

Foto Marta

Nosotros llegamos a la sala del río sobre las 15:00 y comemos un poco de todo, pero me despisto y me pierdo un trozo de la tortilla de la madre de Zape.

Luego vamos al pie de la escalada de Marta en una larga galería lateral y recogemos todas las cuerdas que quedaron allí en 2021, desequipamos los pozos, remontes y pasamanos de esta galería.

Como no podemos evitar el instinto explorador y nos cuesta resignarnos, que esta zona tan ventilada y cercana a las galerías de Rubicera, se termine sin más. Marta asegurada por Cristóbal sube a una posible galería, que ha visto Zape entre los grandes bloques que forman la entrada a la galería lateral. Pero solo hay un largo laminador formado por la gran fractura de los bloques.

Contamos el material y dejamos unas  cuerdas y unos anclajes para las próximas actividades de exploración río arriba.

Sobre las 17:00 iniciamos la vuelta, bien cargados con cuerdas sucias, mosquetones y placas viejas. Cuando llegamos al meandro donde duerme el lirón, avanzamos despacio sin hacer ruido.

Foto Marta

Nuestro colega subterráneo, sigue allí enroscado roncando plácidamente, lo que nos hace comprender la expresión “dormir como un lirón”. Nos preguntamos si estará habilitado en la Federación española y si habrá llamado el 112 antes de entrar al agujero, como no avise de su salida, si se activara unos de los varios socorros que tenemos en Cantabria y puede que le sancionen por imprudente.

Con estas dudas en nuestra cabeza, llegamos a la calle sobre las 19:00 muy pronto para lo que suele ser habitual, luego volvemos a la furgo y bajamos al Colina a hidratarnos, luego al Rufaco a cenar un plato combinado.

La sima ha quedado lista para un futuro ataque, que sin duda será muy largo, húmedo y cansado, pero que quizás nos permita encontrar nuevas galerías desconocidas y desempolvar el equipo de topo que este año esta parado.

Foto Marta

jueves, 22 de mayo de 2025

El fin de la aventura, en La Calera

 Macizo del Moro 03 de Mayo de 2025.

La Torca de La Calera, como ya hemos dicho es una cavidad que llevamos mas de 5 años explorando y que ha superado los 4 Km. de galerías exploradas.

En las últimas salidas las incógnitas se fueron cerrando y solo nos quedaron algunas cosas con muy pocas posibilidades, que hoy vamos a despejar.

Después de pasar el viernes andando por el Miera desde Mirones, el sábado decidimos ir al Moro, para bajar el pozo de la Ducha y empezar a desinstalar si no hay más.

Cristóbal esta malo así que no se presenta por la mañana, con lo que estamos solo los castreños y Ángel a las 10:00 en el club.

Tomamos café y salimos para el Moro, con bastante calor y sur. Cargamos las mochilas en el aparcamiento y llegamos a la boca sobre las 12:00 después de cortar bastantes espinos.

A las 12:30 entramos en la boca que sopla aire y bajamos hasta el pozo de la ducha, que es nuestro objetivo en unos 45 minutos. Este pozo se abre en el lateral de una galería, que casi corta el paso y tuvimos que instalar un pasamanos para bordearlo.

La idea de bajarlo siempre fue pospuesta por la lluvia que, se colaba por el y que amenazaba con empaparnos. Ahora ya es casi el último objetivo que queda en la cueva así que hay que bajarlo.

Zape empieza a equipar el pozo que no tiene mucha agua y luego le sigue Marta.


Foto Marta

Foto Marta

Mientras tanto yo vuelvo por la galería y subo a una zona lateral, justo en el punto 67 de la topo donde llega un meandro estrecho, con un pequeño agujero, donde detrás se ve una sala más amplia.

Foto Marta

Trepando mas arriba veo una escalada a lo que parece un tubo, es fácil pero mejor asegurarse para subir.

Bajo y sigo volviendo por la galería, hasta el cruce con el meandro de las flores, allí escalo por una zona un poco delicada y alcanzo un tubo con formaciones, que unos 20 m. mas adelante se desfonda en dos direcciones, uno es el meandro de las flores y el otro supongo que la galería de la ducha. Destrepo y vuelvo con los otros.

Cuando me asomo al pozo, les oigo como llegan al fondo que se estrecha mucho unos 50 m. mas abajo. Salen haciendo alguna foto y desequipamos todo, incluido el pasamanos sobre el pozo.

Volvemos atrás para ver las cosas que he visto yo antes y Marta pasa por la parte baja del meandro hasta que se estrecha. Luego intenta con Zape llegar a la sala y comprueban que es la base de un pozo.

Foto Marta
Subimos a la zona alta, me ato una cuerda y hago la trepada asegurado por Zape, pero arriba no hay nada y me bajo.

En la zona seguimos por una cornisa a la izquierda, que lleva a un hueco donde cae agua y un pozo que precisaría desobstruir para pasar. Lo dejamos y nos bajamos.

Foto Marta

Salimos con calma desequipando todo por el camino, incluido el bonito pozo de 30m y sacamos todo el material hasta la calle.

Foto Marta

                                                            Sobre las 18:30 fuera con buen tiempo y calor.

Cristóbal nos espera en la barrera y luego bajamos a tomar algo la Nasville con Rubén y Sara. Mas tarde cenamos en el Quíntela.

Ha sido casi la última salida a esta bonita torca, por que aun nos queda mucho material que sacar antes de despedirnos de ella.

lunes, 12 de mayo de 2025

La historia interminable

Sierra del Hornijo 19 de Abril de 2025.

En esta crónica resumimos dos salidas más a la cueva del valle del oso, que se ha convertido en una Historia Interminable de sacar piedras y mas piedras por una estrecha fisura o meandro, con frustraciones y esperanzas, cuando el eco parece decirnos que cerca hay un hueco mas grande que nunca llegamos a ver..


El tiempo para el sábado da muy inestable con sur y lluvia, pero parece que hay una ventana por la mañana, así que quedamos para ir a la cueva del Valle del Oso.

Vienen Cristóbal y Maider con idea de hacer solo la parte de la cueva.

Con lo problemas que hemos tenido últimamente con los taladros, se propone llevar dos taladros, pero decidimos llevar solo el taladro de 24 y una batería, ya que Wichi se niega a llevar dos taladros.

Tomamos café y salimos para la cueva, en la zona de aparcamiento vemos que Zape estrena sus botas rojas de cañones, que le dan aire de payaso.

Subimos con el terreno muy encharcado y al llegar a la boca, Maider se amotina y no quiere entrar en la cueva, así que se van un rato de excursión por el sendero y luego se bajan.


El resto entramos sobre las 12:00 con Marta más retrasada. La sima esta más seca de lo esperado y tiene casi el goteo habitual, lo que da indicios de que desagua muy rápido.

En la punta Zape se adueña del taladro y Pedro de la maza y los demás solo miramos y pasamos frio.

Finalmente después de comer, nos dejan jugar un poco. Wichi puede trabajar un rato, yo muy poquito y cuando Marta va ha darlo todo, la batería se termina.


Queda una curva de meandro para llegar a un sitio más amplio, se diría por eco ya que no se ve bien, las piedras no caen y se quedan por allí.

Salimos con calma de modo que a las 18:00  estamos en la calle y tras cambiarnos y descender a las 19:30 estamos en el coche. Paramos para tomar una cerveza en el bar de valle, y luego seguimos el alterne en Ramales y cenamos en el Quintela.

Este capítulo de la Historia Interminable, no nos ha permitido llegar a ese eco que oímos y que en la imaginación de cada uno toma forma de pozo, sala, o curva de meandro dependiendo de lo optimista que sea cada uno.. Lo que es seguro que volveremos otro día.

Sierra del Hornijo 01 de Mayo de 2025.

Es el puente de Mayo y casi todos tienen libre. Los planes de ir al Pirineo se han frustrado después del apagón del lunes. Y como Nelin se ofrece para hacer de taxi, ya que esta convaleciente y no puede hacer cuevas, decidimos aprovechar y volver al Hornijo.

El pronóstico del tiempo es muy inestable con sur y lluvia, pero a pesar de estar negro no llueve por la mañana.

Esta vez como no hay que cargar con ellos por la cuesta, llevamos dos taladros, para probar los de 36 reparados y otro de 24 por si acaso.

También aprovechamos para subir material para mirar la sima junto a la pista que localizó Pedro, la FX01.

Wichi lleva su nuevo quad con el que sube hasta la cabaña. El resto bien apretados en el coche de Nelin con todas las mochilas.

Una vez arriba, Pedro, Ángel y Nelin, van a la dolina boscosa junto a la pista, mientras el resto asciende a la cueva del Valle del Oso.

Se equipa la FX1y Pedro baja dos resaltes cortos, un paso estrecho y otro pozo más largo de unos 15m., hasta una sala más amplia de unos 6 m. que se colmata sin aire.

Nelin se marcha hasta la tarde que volverá a buscarnos. Pedro y Ángel recogen el material y suben hasta la cueva, con la lluvia asomando por las crestas.

Intentan equipar el pasamanos de acceso a la rampa de entrada pero la roca es mierda, solo colada, así que solo se pone un desviador que aleje un poco la cuerda de las piedras.

Descienden a la punta donde se sigue trabajando, pero primero dejan todos los trastos a la entrada del meandro, que la zona no está para ir muy equipado.
 Los colegas han superando varias curvas, y con el eco habitual mas adelante, que anima a pensar en algo más grande, que no aparece. Las piedras pequeñas se cuelan por el fondo del meandro estrecho y caen varios metros, pero ya hay bastante problema para meter el material.

Por lo menos el taladro reparado de 36V. funciona bien.

Sobre las 19:00, salimos sin que parezca que haya llovido, ya que la sima solo tiene pequeños goteos. Los primeros estamos fuera sobre las 20:20, donde llamamos a Nelin que ya nos espera en la cabaña.

Nos cambiamos y bajamos al final de la pista donde esta el taxi, Pedro y Wichi llegan al coche casi una hora mas tarde, ya con la noche. Montamos en los vehículos y bajamos a Ramales a cenar y comentar las experiencias de la jornada.

Después de dos salidas a esta cueva seguimos en el mismo punto, con mucho trabajo por delante, un eco misterioso, y esperanzador que cada uno interpreta como quiere.

En algún momento tendrá que ser la Historia Terminada.

domingo, 4 de mayo de 2025

Cambio de aires

Mortillano 17 de Abril de 2025.

Son días festivos y para el jueves dan bueno, así que para cambiar de aires decidimos ir a Rubicera que hace mucho que no vamos. Estamos cinco, con los Castreños, Pedro, Wichi y Angel.

Tras recoger el material y tomar el café, subimos al parking, que esta lleno de abono y tenemos  que retroceder y aparcar donde la cabaña.

Cargamos la mochila, alguna de ellas histórica, ya que Pedro ha recuperado una vieja gloria, que no tiene el nivel de la mía pero se acerca mucho.


 En los pasamanos sobre las cornisas vemos que se ha hundido del todo un tramo del camino, con lo que apenas queda un pequeño hueco para el pie, y un precipicio de 50 m. por debajo.

Llegamos sin novedad a la boca de Rubicera, nos cambiamos y para dentro sobre las 12:00. Vamos con calma y con bastante agua en la zona de La Lavadora.


 Cuando llegamos al pozo del Chocolate, comprobamos que nuestra cuerda está muy mal con  varias flores, por lo que tendremos que cambiarla con urgencia.

El plan para hoy es realizar un par de pequeñas escaladas que Zape y yo vimos en la última salida a la zona, desde el río de la travesía. No hay muchas posibilidades de que continúen o no estén miradas por los colegas de la SEII, pero como no vimos rastros de escalada, habrá que probar.

Recogemos anclajes de un depósito y entramos en el río que esta bastante cargado pero sin problema, además el agua siempre le da un toque especial a las cuevas.




Comemos en el cruce con la galería de la Cerradura, sobre las 14:00. Recogemos más material que tenemos en esa zona y seguimos río abajo mojándonos hasta la rodilla en dos sitios.

Llegamos al inicio de la galería real, donde a la izquierda llega un meandro estrecho con algo de agua, en el que no vemos rastros de paso. Zape inicia la escalada con Wichi asegurándolo y  mientras Pedro revisando algún agujero cercano.

Marta visita una galería fósil que es bonita y termina como otras, en la gran sala donde se pierde uno de los ríos de la cueva, luego vuelve y me acompaña ascendiendo por el río con la topo, hasta una zona de bloques que queremos revisar.

Me ato la cuerda y escalo dos pasos hasta una cornisa y de ella, alcanzo la zona sobre los bloques, pero no vienen de ningún desfonde de galería como esperábamos, si no que se han desgajado de la pared del mismo río.

Un agujero colgado en la pared parece llevar a un tubo, así que decidimos subir hasta él, por tanto Marta asciende desequipando hasta los bloques y luego coloco un pulse y subo a la ventana, que lleva a un bonito tubo de 2 m. de alto y 0,4 de ancho que va paralelo a la galería y sale a ella unos 15 m. mas arriba.

 

Una ventana minúscula en mitad del tubo, parece dar a un hueco, pero yo no entro ni de coña, así que sube Marta, se quita el material y consigue entrar en el agujero, asombrándome de sus capacidades de contorsionismo, pero el paso se cierra. Sale de allí como si fuera un parto.

Bajamos desequipando la zona y nos encontramos con los demás que vuelven. El meandro que han escalado asciende y mas adelante ya se ve pisado, porque sube hasta la galería de la Cerradura, que se encuentra cerca y más al norte. Siguiendo por la parte de abajo del meandro, Zape avanza 50 m. hasta un estrato de areniscas que se estrecha mucho.

Después han escalado a otro pequeño meandro muy estrecho, que tampoco es practicable.


 Continuamos todos río arriba, haciendo la poligonal hasta el cruce de la  galería de La Cerradura y mirando algún cruce más. Ascendemos sacando todo el material que llevamos y cambiando la cuerda con flores del pozo del Chocolate.

 

Sobre las 20:00 llegamos a la boca, donde nos sobrevuela un alimoche con sus alas blancas y varios buitres. Hacemos la foto de boca que ya es tradición y emprendemos la larga marcha de retorno por las cornisas, donde ponemos un trozo de cuerda en el tramo de los pasamanos que se ha desfondado.



Llegamos al coche con la caída de la noche sobre las 21:30 y pensando ya en la cena que nos vamos a dar en el restaurante Colina, de la Gándara.